Se analizaron 588 casos de víctimas de violación sexual, procedentes de toda la república, en los cuales se analizaron indicios para determinación de semen y/o espermatozoides en el Laboratorio de Serología del INACIF, en el primer trimestre del año 2013. Las pruebas realizadas para determinar la presencia de semen, fueron la detección de fosfatasa ácida y/o proteína seminal P-30, mientras que para la detección de espermatozoides, se realizaron frotes teñidos con la tinción de árbol de navidad y fueron posteriormente observados al microscopio. Los datos fueron recolectados de los archivos de INACIF y se analizaron utilizando el programa estadístico Epi Info 7.
Se determinó que 382 de los casos estudiados corresponde a víctimas menores de edad, lo que representa el 64.97% del total de casos incluidos. Las edades más frecuentes de menores de edad víctimas de violación son de 13 años (68 casos), 14 años (62 casos) y 17 años (49 casos). Jalapa, es el departamento que tiene un mayor porcentaje de víctimas menores de edad, en relación al total de víctimas estudiadas, ya que en un 90.00% de los casos las víctimas no superan los 18 años; le siguen Chiquimula (84.62%), Petén (82.61%) y Chimaltenango (77.78%). En cuanto a resultados positivos para detección de semen y/o espermatozoides en víctimas menores de edad, se obtuvo un resultado positivo en un 41.36% (158 de 382 casos).
La cantidad de violaciones de las cuales son víctimas las menores de edad en los países latinoamericanos es alarmante, y requiere que se tomen acciones de prevención y protección de esta población tan vulnerable a este flagelo. El INACIF realiza las evaluaciones médicas a las personas que han sido víctimas de violación y se toman indicios para ser analizados por el Laboratorio de Serología, con el fin de detectar la presencia de semen y/o espermatozoides, para finalmente llevar a cabo análisis genéticos comparativos, en los casos en los cuales se cuenta con un sospechoso.
En el presente estudio se analizó en los archivos de INACIF del primer trimestre del año 2013, con el objetivo de establecer las siguientes premisas:
PROCEDIMIENTOS Y MÉTODOS
El Laboratorio de Serología de INACIF realiza el análisis de los indicios remitidos por las Sedes de Patología. Se realiza la determinación de semen, efectuando los análisis de Fosfatasa Ácida (FA) (Gaensslen, 1983; Li, 2008; Prieto, V. 2007) y Proteína Seminal P30 (P30). Para la detección de espermatozoides se realiza un frote en una lámina porta objetos y es teñida por el método conocido como tinción de Árbol de Navidad (AN).
La enzima FA, cataliza la hidrólisis de ciertos fosfatos orgánicos, lo que permite su detección a través de un método colorimétrico, en donde se utilizan como sustratos los compuestos α-naftil fosfato y timolftaleína, que son más específicos para la FA prostática, ya que la enzima también se encuentra presente en una variedad de tejidos humanos, en animales y algunas plantas (Gaensslen, 1983; Li, 2008; Prieto, V. 2007). Proteína seminal P30, es el nombre con el cual se conoce en el campo forense, al antígeno prostático específico (PSA), es una proteína producida en la próstata, con un rango de concentración en fluidos seminales entre 0.5 a 0.3 mg PSA/mL (Hochmeister et al, 1999).
Para su detección se utilizan ensayos inmunocromatográficos, en INACIF se utiliza el ensayo ABAcard PSA, que utiliza anticuerpos monoclonales antiP30 humanos que se unen a la proteína P30; siendo el límite inferior de detección de 4 ng/mL (Kristaly & Smith, s.f.).
Los espermatozoides son células haploides que constituyen el gameto masculino, es decir, son células especializadas, cuya función es fecundar al óvulo, que desencadena la consecutiva formación de un nuevo ser (Martini & Bartholomew 2005). Para su observación al microscopio, se realizan frotes los cuales son teñidos a través del método de Árbol de Navidad, el cual tiñe la cabeza de color rojo y el acrosoma se tiñe de color rosado pálido, por la acción del colorante rojo rápido nuclear. La cola se tiñe de verde, debido a la acción del colorante picro índigo carmín (Wheeler & Wilson, 2008).
Los datos descritos en el presente estudio fueron tomados de los archivos de INACIF, de casos analizados por el Laboratorio de Serología en el primer trimestre del año 2013. Posteriormente se realizó una tabulación de los datos en el programa Excel de Microsoft Office 2007, que contaba con información básica para la protección de la víctima, como es edad, género, departamento donde se realizó el peritaje médico forense y el resultado obtenido para los tres análisis serológicos descritos: Fosfatasa Acida (FA), P30 y/o espermatozoides. El análisis de los datos recolectados, fue realizado con el programa EPI Info 7, que es un programa de acceso libre, desarrollado por el Centers for Disease Control and Prevention (CDC).
En un estudio realizado en Florida – Estados Unidos por Gray-Eurom y colaboradores, en un periodo de dos años, se recibieron 841 denuncias en Duval County, a 801 se realizó evaluación forense. Se encontraron resultados positivos para espermatozoides en 110 casos, lo que representa el 31%. El rango de edad de las víctimas estaba comprendido entre 12 y 77 años, con una media de edad de 24 años (Gray-Eurom, Seaberg & Wears, 2001).
En el presente estudio, la media de edad es de 16 años. Además, se detectó semen y/o espermatozoides en 284 casos, que constituye el 48.30% del total de los casos estudiados. Geográficamente la tendencia de frecuencia mostró que Jalapa, es el departamento que tiene un mayor porcentaje de víctimas menores de edad en relación al total de víctimas estudiadas, dado que en un 90.00% de los casos las víctimas no superan los 18 años; le siguen Chiquimula (84.62%), Petén (82.61%) y Chimaltenango (77.78%) según se observa en la Gráfica No. 1.
El caso de la víctima más joven fue registrado en el departamento de Chiquimula con apenas 1 año de edad, sin embargo, no se detectó semen ni espermatozoides en los indicios remitidos de la víctima. Si bien el departamento de Jalapa es el que presenta un mayor porcentaje de víctimas menores de edad, todas superan los doce años de edad, mientras que los departamentos que presentan mayor cantidad de casos de víctimas menores de edad son Guatemala y Escuintla, con 15 y 9 víctimas, respectivamente.
En relación a los casos de víctimas menores de 10 años de edad, los hallazgos de semen y espermatozoides fue considerablemente menor, al compararlo con el resto de datos analizados en el estudio, solamente en el 22.38% de los casos (15 de 67 como se observa en la tabla No. 2) se detectó presencia de semen y/o espermatozoides.
Este bajo porcentaje de detección de fluidos masculinos, coincide con los reportados en el estudio realizado en el 2000 por Christian y colaboradores, en el cual fueron analizados 273 casos de niños menores de 10 años, encontrando resultados positivos para semen solamente en 30 menores, que constituye el 11%. Esta particularidad puede relacionarse a varios factores propios de este tipo de violaciones, en las cuales generalmente se encuentran más lesiones y daño físico, tomando en cuenta que el cuerpo de estas menores no está desarrollado, ni se encuentra fisiológicamente preparado para sostener una relación sexual.
Wears, 2001).
n estos casos el agresor no sostiene una actividad sexual convencional con la víctima y no es tan común que el agresor eyacule en alguna cavidad anatómica (vagina, ano o boca), o deje rastros de semen en las prendas de la víctima, sin embargo es necesario realizar mayores estudios que establezcan con mayor certeza, a que se debe el fenómeno descrito.
La tabla No.3 muestra los porcentajes de víctimas mayores y menores de edad por departamento, se puede visualizar Jalapa y El Progreso muestran el mayor contraste, Jalapa con el porcentaje más alto de víctimas menores de edad, seguido por El Progreso, donde las víctimas menores de edad solo representan el 14.29%.
Se observó un mayor porcentaje de resultados positivos en las víctimas mayores de edad, en comparación con las víctimas de violación menores de edad. En 126 de los 206 casos, en los cuales las víctimas que denunciaban haber sido víctimas de violación eran mayores de edad, se obtuvo un resultado positivo para semen y/o espermatozoides (61.16%).
El porcentaje de resultados positivos para semen y/o espermatozoides en casos donde las víctimas de violación eran menores de edad fue de 41.36%, solamente en 158 de los 382 casos de víctimas menores de edad, se obtuvo un resultado positivo; esto representa un decremento del 20%, en comparación con los resultados obtenidos en víctimas mayores de edad. Esta disminución en el porcentaje de resultados positivos, podría deberse a que en muchos casos los agresores, realizan algún tipo de estimulación sexual sin penetración (caricias inapropiadas, masturbación, pornografía o de otro tipo) con el fin de evitar dejar lesiones físicas que puedan ser evidentes.
Sin embargo, existen un sinfín de circunstancias propias de este tipo de violación que disminuyen la posibilidad de obtener resultados positivos para semen y/o espermatozoides, estas circunstancias y características deben ser investigadas con el fin de mejorar los aportes que puedan brindar los expertos forenses en materia de evidencia científica. La tabla No. 4 muestra los porcentajes de resultados obtenidos por departamento, en los casos de víctimas menores de edad analizados.
El departamento que presentó mayor cantidad de violaciones (tomando en cuenta mayores y menores de edad) a nivel nacional fue Guatemala, con un total de 200 violaciones (34.01%), seguido por Quetzaltenango con 50 (8.50%), en Petén se registraron 46 casos (7.82 %); los casos de violación para los cuales se recibieron indicios en el laboratorio de Serología se ubican en tercer lugar a nivel nacional.
Estos datos muestran algunas coincidencias, en términos generales, con los indicies de violencia reportados por el PNUD Guatemala, específicamente en relación a la cantidad de homicidios, donde aparece Petén, como el departamento con mayor tasa de homicidios con 202 por cada 100,000 habitantes. Quetzaltenango, aparece en tercer lugar en tasa de homicidios 157 por cada 100,000 habitantes. Sin embargo, en dicho reporte Guatemala, aparece como último lugar de los 15 departamentos estudiados, a pesar de mostrar la mayor cantidad en el año 2006 (1,161), se calculó una tasa de homicidios de 108 por cada 100,000 habitantes.
Estos datos brindan un estimado en cuanto a la violencia de cada departamento, los tres primeros departamentos en cantidad de violaciones, resaltan por los datos del reporte mencionado, si bien los datos de ambos estudios no son directamente comparables, si permite observar que la violencia de homicidios, no necesariamente está relacionada con la cantidad de violaciones de una determinada región, esto en vista que las violaciones no indefectiblemente son cometidas por personas que se dediquen al crimen, especialmente en los casos donde la víctima es menor de edad, y los agresores sexuales son frecuentemente personas conocidos por la víctima o incluso pueden ser personas de confianza, tan cercanos como familiares, por ejemplo, padres, hermanos, padrastros, tíos o primos (Matute & García 2007).
Un total de 64.97% de los casos estudiados son de víctimas menores de edad, lo que indica que en Guatemala, se deben tomar medidas preventivas que permitan proteger a la población vulnerable a este tipo de delito, que tiene consecuencias graves sobre sus víctimas y, que no permite salir del ciclo de violencia en el que se encuentra el país.
Entre las víctimas menores de edad, un 84.29% se encuentra comprendido entre los 10 y 17 años de edad, lo que representa un mayor riesgo de embarazo y, las complicaciones que el mismo conlleva.
Los departamentos de Jalapa, Chiquimula, Petén y Chimaltenango son los que presentan mayor cantidad de menores de edad víctimas de violación; si bien estos datos no son deseables para ningún departamento, esto no necesariamente refleja un aspecto negativo en dichas regiones, dado que podría atribuirse a una buena cultura de denuncia para este tipo de delitos, que pueden permanecen en la sombra.
M.A. Marco Antonio García Jiménez
Químico Biólogo, Universidad de San Carlos de Guatemala
Número de colegiado: 3945
Maestría en Ciencias Criminalísticas, Universidad Mariano Gálvez
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La violación y agresión sexual son delitos tipificados por la Ley, de las cuales hay pocos estudios sobre agresores sexuales en serie. En Guatemala, los casos de violadores sexuales se han detectado por la combinación de evidencias de tipo testimonial y científico. La implementación de nuevas tecnologías ha hecho posible la detección de nuevos patrones de violadores sexuales en serie, como lo es el programa Mass Fatality Identification System (M-FISys®).
La aplicación de este programa, las distintas variables que maneja como tal y los análisis realizados por el laboratorio de genética del Instituto Nacional de Ciencias Forenses de Guatemala, permitieron la determinación de dos grupos de violadores en serie en los departamentos de Chimaltenango y Quiché.
La violación y agresión sexual son delitos tipificados por la Ley Contra la Violencia Sexual, Explotación y Trata de Personas dentro del marco de “violencia sexual”. La Violación se define como: “Quién, con violencia física o psicológica, tenga acceso carnal vía vaginal, anal o bucal con otra persona, o le introduzca cualquier parte del cuerpo u objetos, por cualquiera de las vías señaladas, u obligue a otra persona a introducírselos a sí misma…” (Copia textual).
La agresión sexual se define como “Quién con violencia física o psicológica realice actos con fines sexuales o eróticos a otra persona, al agresor o a sí mismo siempre que no constituya delito de violación…” (Copia textual).
Según estadísticas reportadas por el INACIF, desde el año 2008 hasta septiembre del año 2014, se han realizado 31,832 evaluaciones clínicas relacionadas con los delitos de violencia sexual (Gráfica No.1). Sin embargo se desconoce la cantidad de casos que no son denunciados ante el Ministerio Público y que por consiguiente no se genera una evaluación clínica.
Se tiene conocimiento que la mayoría de delitos sexuales ocurren dentro de la familia o en el ámbito cercano a la víctima, y un bajo porcentaje de estos casos han sido cometidos por agresores ajenos a la víctima, en donde las motivaciones de los agresores están basadas por estimulaciones psicológicas.
Un estudio realizado por Lisak y Miller en el 2002, demostró que muchos de los agresores sexuales tienen una fuerte motivación psicológica alimentada por deseos de control y dominación de sus víctimas, se encontró que los agresores sexuales tienden a cometer una agresión sexual en repetidas ocasiones, inclusive aquellos que estuvieron bajo tratamiento psicológico.
En Latinoamérica hay pocos estudios sobre agresores sexuales en serie; en Costa Rica entre los años 1998 y 1999 se detectó la presencia de un violador en serie, el cual luego de su captura indicó que luego de haber realizado la primera violación a una mujer, sus deseos y sentimientos por cometer este tipo de actos incrementaron .
En Guatemala el primer violador y asesino en serie identificado fue José María Miculax Bux, alias “Miculax”, autor de más de catorce violaciones y asesinatos de niños varones, fue condenado a muerte y ejecutado en 1946. Recientemente se han conocido otros casos como el caso de Tránsito Enrique López Pérez, condenado a 200 años de prisión por la violación de cerca de once mujeres y el famoso caso de los violadores de la Calzada Roosevelt, en el cual se condenó a 106 años de prisión a Javier González González por su participación en la violación de alrededor de siete mujeres.
El presente artículo refleja la aplicación de tecnología bioinformática y análisis de ADN para la identificación de nuevos patrones en casos de violadores sexuales en serie, comparando perfiles genéticos de diversos casos.
Dentro de los programas bioinformáticos más recientes en el ámbito de la genética forense a nivel mundial se encuentra el programa Mass Fatality Identification System, M-FISys®, el cual es una herramienta importante en el Laboratorio de Genética del INACIF desde el año 2011. Este programa fue diseñado por la corporación GeneCodes Forensics, Inc., luego de los ataques terroristas del 11 septiembre del año 2001 en Nueva York, Estados Unidos de América.
Esta herramienta fue diseñada con el objetivo de mejorar el proceso de identificación de víctimas en desastres masivos comparando automáticamente una gran cantidad de perfiles genéticos de muestras de referencia de familiares con muestras de personas desaparecidas para la identificación de los mismos. Sin embargo, su habilidad de comparar perfiles genéticos también es de gran utilidad en el ámbito de la criminalística, en donde una comparación de una gran cantidad de perfiles genéticos se torna humanamente imposible.
PROCEDIMIENTOS Y MÉTODOS
Dentro del programa M-FISys® existen las siguientes bases de datos:
Criminalística: agrupa los perfiles genéticos obtenidos en los casos donde ocurre transferencia de ADN, por ejemplo violaciones, homicidios, entre otros.
Se determinó dos grupos de coincidencias dentro de la base de datos Criminalística los cuales se detallan a continuación.
Compuesto primordialmente por la coincidencia de un perfil genético masculino desconocido en 13 indicios distintos tomados a siete víctimas, de las cuales seis se encontraban asociadas previamente en el mismo caso. El programa M-FISys® ayudó a identificar a la víctima 7 dentro del mismo grupo de casos, constituyendo así una nueva coincidencia.
A continuación se describe en la tabla No. 1 y gráfica No. 2, los detalles obtenidos por medio de análisis genéticos asociados al grupo de víctimas dentro de este grupo de coincidencias.
En la tabla No. 1 se puede observar que se obtuvo el perfil genético de cinco individuos distintos, de los cuales el individuo C fue el perfil identificado por el programa M-FISys® como una coincidencia.
Luego de revisar los expedientes se corroboró que el perfil genético del individuo C se encontraba presente en los indicios de todas las víctimas relacionadas al grupo. Adicionalmente por análisis genéticos, fueron detectados otros cuatro individuos en indicios de algunas víctimas en este grupo.
Sin embargo, según expediente y como se puede observar en la gráfica No. 2, la cantidad de individuos participantes en el hecho no concuerda con los hallazgos genéticos. Esto sugiere que algunos de estos individuos probablemente no participaron durante la violación de las víctimas o no dejaron rastros de material genético detectable.
Compuesto por la coincidencia de un perfil genético masculino desconocido en 11 indicios tomados a cinco víctimas, de las cuales cuatro se encontraban asociadas previamente dentro en el mismo caso. El programa M-FISys® ayudó a identificar a la víctima 5 dentro del mismo grupo de casos, constituyendo así una nueva coincidencia.
A continuación se describe en la tabla No. 2 y gráfica No. 3, los detalles obtenidos por medio de análisis genéticos asociados al grupo de víctimas dentro de este grupo de coincidencias.
En la tabla anterior se puede observar que se obtuvo el perfil genético de tres individuos distintos, de los cuales el individuo 1 fue el perfil identificado por el programa M-FISys® como una coincidencia.
Luego de revisar los expedientes se corroboró que el perfil genético del individuo 1 se encontraba presente en los indicios de todas las víctimas relacionadas al grupo. Por medio de análisis genéticos fueron detectados otros dos individuos en indicios de algunas víctimas en este grupo.
Sin embargo, según expediente y como se puede observar en la gráfica No. 3, la cantidad de individuos participantes en el hecho no concuerda con los hallazgos genéticos, por lo que algunos de estos individuos probablemente no participaron durante la violación de las víctimas o no dejaron rastros de material genético detectable.
En este grupo de casos se observa que primordialmente el individuo 1 es el agresor sexual de alrededor de cinco individuos que participan en los hechos, según expediente.
Es importante destacar que ambos grupos de coincidencias fueron detectados en los departamentos de Chimaltenango y Quiché respectivamente.
Según la gráfica No. 3, ambos departamentos presentan un total del 3% de las evaluaciones clínicas por delitos sexuales realizadas por el INACIF desde el año 2008 hasta septiembre del año 2014. Estos datos son consistentes con lo reportado por la Fundación Sobrevivientes hasta el año 2011, la cual considera estos departamentos como lugares con baja recurrencia en casos de delitos sexuales.
Hay que tomar en cuenta que en este artículo únicamente se describe la información asociada al grupo de coincidencias detectadas por el programa M-FISys® de los casos analizados por el Laboratorio de Genética con solicitud por autoridad competente. Probablemente existan más víctimas asociadas a las agresiones sexuales en serie descritas, considerando tanto los casos no analizados por el laboratorio, como el subregistro de casos.
CONCLUSIONES
M.A. Nancy Rebeca Say Rodríguez
Bioquímica y Microbióloga, Universidad del Valle de Guatemala
Número de colegiada 3422
Maestría en Ciencias Criminalísticas, Universidad Mariano Gálvez de Guatemala
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M.A. María de Lourdes Monzón Pineda
Bioquímica y Microbióloga, Universidad del Valle de Guatemala
Número de colegiada 3330
Maestría en Ciencias Criminalísticas, Universidad Mariano Gálvez de Guatemala
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BIBLIOGRAFÍA
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Villagrán, P & E. Palma. (2011) Perfil psicológico de un pederasta: El caso de José María Miculax Bux. Universidad de San Carlos de Guatemala
Centro de Investigaciones en Psicología. Pp. 138
En el proceso de investigación se utilizaron 20 clases de textiles, los cuales fueron impregnados con una muestra de referencia de semen de origen humano, aplicado tanto sin diluir como en diluciones seriadas de 1:2 hasta 1:256. Posteriormente los textiles fueron expuestos a lámparas de luz azul y Ultra Violeta (UV), observándose fluorescencia en las áreas donde se depositó la muestra de semen de referencia sin diluir y a la dilución 1:2 utilizando ambos tipos de lámparas, excepto para el lino sintético con ambos tipos de luz y en la entretela de lana específicamente con la lámpara de luz UV, en los cuales únicamente se observó fluorescencia en las áreas con muestra de semen sin dilución.
El dacrón seda fue el único textil que presentó fluorescencia en todas las diluciones y con ambos tipos de luz. El estudio permitió comprobar la utilidad de ambas técnicas para la búsqueda presuntiva de fluido seminal, determinando una mayor sensibilidad de la técnica que emplea lámparas de luz azul, en un factor de 1:2 en 6 de los 20 textiles incluidos en el estudio.
El semen es un fluido viscoso de color blanquecino, producido por los órganos reproductores masculinos. Contiene proteínas, minerales, fructosa, mucina, espermatozoides, entre otros. Es expulsado a través de la uretra durante la eyaculación.
En los laboratorios de análisis forense, la detección de fluido seminal se efectúa en indicios recolectados durante los procedimientos médicos y/o en escenas del crimen; es un análisis de suma importancia cuando existe la sospecha de que ha ocurrido un delito sexual.
En el Instituto Nacional de Ciencias Forenses de Guatemala -INACIF-, este análisis se realiza utilizando técnicas validadas que consisten en la combinación de la prueba de brentamina -la cual permite detectar la enzima fosfatasa ácida- y la prueba de inmunocromatografía -específica para la detección de proteína seminal humana P30-, al aplicar ambos procedimientos, el perito analista establece la presencia presuntiva de semen y de fluido seminal humano.
Por su parte, para individualizar a la persona a quien pertenece dicha muestra, es necesario realizar un análisis genético, en el cual a partir de Ácido Desoxirribonucleico (ADN) en calidad y cantidad adecuada, pueden detectarse perfiles genéticos útiles para cotejar con otros obtenidos de muestras de referencia.
Debido a que el semen no es un fluido biológico que pueda observarse fácilmente cuando ha sido depositado en un indicio, es recomendable utilizar técnicas que permitan orientar la búsqueda del mismo. Esto permite reducir tanto costos como tiempo efectivo de análisis, que al final contribuyen a hacer más eficiente el proceso de investigación criminal.
El fluido seminal posee la propiedad de emitir fluorescencia cuando es expuesto a radiación con longitudes de onda entre 350 y 500 nanómetros (nm). Dicha fluorescencia se relaciona con la composición del semen, principalmente con los aminoácidos tirosina y triptófano, la base nitrogenada flavina y también con la presencia de colina, que proviene de la vesícula seminal y se estima que se encuentra en una concentración de entre 11.2-14.4 mg/100mL de semen, considerando que durante cada eyaculación se produce entre 1.5 y 4mL de semen.
En este sentido, existe la posibilidad de realizar la búsqueda de fluido seminal, exponiendo los indicios a luz UV o a luz azul-verde. Dichas radiaciones son invisibles al ojo humano pero al ser absorbidas por la muestra, son reflejadas posteriormente con longitudes de onda mayor que corresponden al rango de la luz visible.
La posibilidad de utilizar de la lámpara de luz UV, que emite radiación a longitudes de onda entre 350-380nm, para la detección de fluidos biológicos data de 1,919 en Francia. Actualmente la misma es denominada Lámpara de Wood o Luz negra y permite observar una fluorescencia blanco-amarillenta en las regiones con posibles manchas de semen.
Otra alternativa para detección de semen es la utilización de la Lámpara Bretton, la cual emite radiación con longitudes de onda a 420-500nm y también es conocida como Luz azul o Luz forense.
Las manchas de semen expuestas a este tipo de luz y observadas directamente se perciben de color naranja, sin embargo, la técnica adecuada requiere la utilización de lentes que poseen un filtro anaranjado que permite observar específicamente la fluorescencia del semen y contribuye a eliminar la interferencia de la luz brillante producida por el material del indicio que contiene la muestra.
Con el objetivo de establecer la eficacia de la utilización de la Lámpara de Wood y la Lámpara de Bretton para la orientación en la búsqueda forense de fluido seminal, se realizó la comparación de los resultados obtenidos al exponer con ambas clases de lámparas, 20 diferentes tipos de textiles impregnados con una muestra de semen de referencia.
Asimismo, se evaluó la sensibilidad de los métodos al comparar los resultados obtenidos a partir de la aplicación de la muestra sin diluir y también diluida con agua destilada en factores de dilución de 1:2 hasta 1:256.
MATERIALES Y MÉTODOS
Equipo: fuente de iluminación de LED individual Crime-lite2® con longitud de onda azul 420-470 nm y fuente de iluminación LED individual Crime-lite 2® con longitud de onda UV 350-380nm, lentes protectores anti resplandor Crime-lite® con filtro anaranjado.
Muestra de referencia: Semen recolectado con dos horas de anticipación, almacenado a temperatura ambiente previo a la aplicación del mismo en los diferentes textiles. Diluido en agua destilada a temperatura ambiente, realizando diluciones seriadas de 1:2 hasta 1:256
Textiles utilizados: kiana, algodón, satín, fieltro, poliéster, lino sintético, dacrón-algodón, seda, podesua, lino, pelium fusionable, entretela de lana, teijin, gabardina, lona, teijin estampado, casimir, teijin gabardina, dacrón seda y pana sintética.
Instrumental: micropipetas de 2-20uL y de 100-1000uL, puntas para micropipeta de 2-20uL y 100-1000uL, pipetas plásticas con bulbo y tubos de vidrio.
Metodología: se preparó la muestra de semen de referencia en diluciones 1:2, 1:4, 1:8, 1:16, 1:32, 1:64, 1:128, 1:256, utilizando agua destilada a temperatura ambiente. Posteriormente, con una pipeta plástica con bulbo se aplicó una gota de la muestra de semen de referencia y de cada una de las diluciones en la superficie de los 20 diferentes tipos de textiles, cortados en segmentos de 3x3 centímetros.
De acuerdo con la tabla citada, con la fuente de iluminación UV a 410nm se observó fluorescencia en todos los tipos de textiles en el área donde fue depositada la muestra de semen de referencia sin dilución y en dilución 1:2, excepto en el lino sintético y la entretela de lana, en los cuales se observó fluorescencia únicamente con la muestra de semen de referencia sin dilución.
En la kiana, fieltro, poliéster, dacrón-algodón, seda, gabardina, lona, teijin-gabardina y pana sintética se observó fluorescencia únicamente hasta la dilución 1:4. En el algodón, teijin y teijin estampado se observó fluorescencia hasta la dilución 1:8.
A partir de la dilución 1:16 no se observó fluorescencia en ninguno de los textiles, excepto en el lino, casimir y dacrón-seda. Para el lino y el casimir esta fue la mayor dilución a la que se observó fluorescencia mientras que en el caso del dacrón-seda la fluorescencia fue observada incluso hasta la dilución 1:256.
La segunda razón es que la tirosina y el triptófano son aminoácidos, que pueden ser descompuestos fácilmente por microorganismos contaminantes provenientes del aparato reproductor masculino y del ambiente, en cuyo caso ya no podría contribuir a emitir fluorescencia.
La tercera razón, consiste en que la flavina y la colina presentes en el semen provienen de la fracción producida por la vesícula seminal, que corresponde aproximadamente al 60% del semen, una mayor concentración de los componentes que emiten fluorescencia de forma más efectiva al ser expuestos a la luz azul aumentan la sensibilidad de dicha técnica.
Por último, los lentes utilizados en la técnica de luz azul para evitar la interferencia producida por la luz brillante emitida por el soporte en el que se encuentra la muestra, permiten detectar concentraciones menores de fluido seminal al evitar la interferencia visual que pueda existir.
Además es importante tomar en cuenta que en todos los casos donde se observó fluorescencia, la misma se interpreta como presencia presuntiva de fluido seminal, debido a que otros fluidos biológicos como la orina y la sangre e incluso la presencia de bacterias como Pseudomonas fluorescens, que puede ser encontrada en suelo y agua no potable y en superficies que han estado en contacto con los mismos, pueden emitir fluorescencia al ser expuestos a luz azul o luz UV.
En consecuencia, todo resultado debe acompañarse de estudios posteriores que permitan determinar la presencia de fluido seminal y/o espermatozoides en los indicios analizados. De no observar fluorescencia utilizando la técnica de luz azul o luz UV, se recomienda proceder con los análisis para la determinación fosfatasa ácida a través de la prueba de brentamina (sensibilidad 1/10,000), proteína seminal humana P30 (sensibilidad 4ng/mL) y observación de espermatozoides a través de la tinción de árbol de navidad.
De acuerdo con la anterior tabla, los diferentes textiles que fueron utilizados pueden ser agrupados por su composición en fibras vegetales, animales, sintéticas o una combinación de las mismas. Sin embargo, comparando los resultados obtenidos no se observa un patrón relacionado a la composición de los textiles.
Esto es importante debido a que este tipo de pruebas se practican en soportes de toda naturaleza, incluyendo prendas como sábanas, ropa, ponchos, entre otros, compuestos de distintos materiales, y esto indica que la búsqueda de la presencia presuntiva de fluido seminal a través de la utilización de estas técnicas no es afectada por el tipo de fibras del soporte, reforzando la idoneidad de las mismas con fines forenses.
Las lámparas de luz azul y luz ultravioleta son de utilidad para la búsqueda en textiles de la presencia presuntiva de fluido seminal, incluso a diluciones de 1:256 en ciertos soportes. Utilizándolas en indicios de superficie amplia permite disminuir costos de tiempo y dinero, asociados a otras técnicas presuntivas utilizadas para el mismo fin.
La utilización de lámparas luz azul presentó un incremento en la sensibilidad en un factor de 1:2 en 6 de 20 textiles analizados (30%) para la búsqueda de la presencia presuntiva de fluido seminal, en comparación con la utilización de lámparas de luz UV.
La utilización de lámparas de luz azul y luz ultravioleta deben acompañarse de análisis posteriores para la determinación de fluido seminal y/o espermatozoides, incluso en los casos en los que no se observa fluorescencia.
La composición en cuanto a origen de las fibras (animal, vegetales o sintéticas) de los textiles, no influyen de forma evidente en los resultados obtenidos al utilizar lámparas de luz azul y luz ultravioleta para la determinación de la presencia presuntiva de fluido seminal.
De los 20 textiles que se incluyeron en este estudio, con ambas técnicas se observó fluorescencia en todos los textiles que contenían la muestra de semen sin dilución, mientras que el dacrón seda fue el único en el que se observó fluorescencia incluso a la mayor dilución utilizada (1/256).
Tomando en cuenta esto, no puede relacionarse con los resultados que puedan ser obtenidos en pruebas posteriores para la determinación de fluido seminal y/o espermatozoides, hasta realizar investigaciones específicas donde se evalúe su posible relación.
Licda. Ana Lucía Ovalle Morales
Química Bióloga
Universidad de San Carlos de Guatemala
Número de colegiada: 3832
Pensum Cerrado Maestría en Productividad y Ciencias de la Salud,
Universidad Galileo
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La investigación puede interpretarse como un proceso que a través de la aplicación del método científico, busca obtener información relevante, significativa, informativa, objetiva, vinculante, fidedigna e imparcial, para interpretar, entender, verificar, corregir o aplicar el propio conocimiento. Dentro de las investigaciones criminales existen varias herramientas las cuales se utilizan para orientar, conocer y establecer la presencia de personas en una escena del crimen.
Sin duda, las ciencias forenses integran este aspecto, con el auxilio de las ciencias específicas se individualizan personas, por ejemplo, casos donde hay presencia de huellas dactilares a través de lofoscopía, muestras biológicas a través de genética e incluso de forma no perenne como un manuscrito a través de grafotecnia.
En casos de transferencia cuando se trabaja con indicios biológicos en los laboratorios de serología y genética del Instituto Nacional de Ciencias Forenses de Guatemala –INACIF-, se analizan muestras de sangre, semen, saliva u otras células para la correlación de víctima-sospechoso-escena de crimen; esto se aplica a asesinatos, homicidios, femicidios y otros delitos (Guillen, 2013 ; Guzmán, 2000).
De acuerdo al principio de intercambio de Locard, siempre que dos objetos entran en contacto transfieren e incorporan material entre sí. En los casos de violación sexual, este principio podría aplicarse. Sin embargo, en el ámbito de la investigación de delitos sexuales, generalmente el enfoque de las solicitudes y peritajes científicos va dirigido a detectar la presencia de los fluidos biológicos transferidos del agresor a la víctima, razón por la cual se toman hisopados de las distintas regiones anatómicas de la misma, y además se recolectan otros indicios como prendas, sábanas o cualquier otra superficie en donde pudiera haberse transferido fluidos del agresor (Carreras, Salanova & Hernández, 2009).
Se describe un caso en el que destaca el trabajo de los investigadores, los peritos y de todo el personal involucrado en la resolución del mismo, se logró vincular científicamente a través de la transferencia de ADN, (de los agresores a la víctima y viceversa) a cuatro personas sindicadas de cometer los delitos de violación y asesinato, logrando así INACIF cumplir su misión de aportar los análisis científicos al sistema de justicia brindando herramientas para la resolución de hechos delictivos.
Los resultados descritos muestran que se detectó presencia de fluido seminal en los hisopados vaginales, anales y orales de la víctima. En las prendas de vestir recolectadas de la víctima no se detectó fluido seminal ni se observaron espermatozoides.
Al momento de la captura de dos de las cuatro personas sospechosas de atacar a la víctima, se les requirió la entrega de la ropa que vestían. Entre las prendas decomisadas se encontraban dos pantalones, dos cinchos, dos playeras, un sudadero, una camisa, un par de zapatos y dos calzoncillos tipo bóxer.
Estos últimos fueron individualizados al momento de su incautación, de acuerdo al nombre del sospechoso al cual pertenecían y el número de Documento Personal de Identificación –DPI-; estos datos fueron consignados en la cadena de custodia. Cabe destacar que también se les decomisó a uno de los sospechosos, una prenda interior femenina y un cuchillo.
Las prendas recolectadas y el cuchillo fueron analizados en el laboratorio de serología detectándose sangre humana en una playera, un pantalón un cincho, un cuchillo, una camisa y un sudadero, mediante las pruebas de fenolftaleína y Hematrace®. También se realizaron los análisis correspondientes para determinar la presencia de semen
y/o espermatozoides en las prendas mencionadas, determinándose la presencia de fluido seminal y espermatozoides en una de las playeras recolectadas, así como en los dos calzoncillos bóxer (Cox, 1991 ; Li 2008).
Posteriormente durante la investigación se tiene la captura de un tercer sospechoso. A solicitud de la autoridad competente se realizó la diligencia de toma de muestra de sangre fijada en papel FTA, a tres de los cuatro sospechosos de haber violado y asesinado a la víctima.
Los indicios de los cuales se obtuvo un resultado positivo para sangre, semen y/o espermatozoides fueron trasladados al laboratorio de genética para ser comparados con las muestras de ADN tomadas a los tres sospechosos. Por lo que se realizó el cotejo genético entre los indicios indubitados de sospechosos No. 1, No. 2 y No.3, la victima y los indicios recolectados en la escena y durante la necropsia.
La tabla No. 2 muestra los resultados más importantes obtenidos durante el cotejo de los perfiles genéticos de referencia de los tres sospechosos y la víctima, con los indicios que fueron recolectados durante la necropsia y en la escena del crimen.
Como ya fue mencionado, al momento de ser analizados los calzoncillos tipo bóxer no presentaban manchas de sangre, solamente se detectó la presencia de semen y espermatozoides, por lo que podría presumirse que el ADN de la víctima, probablemente provenía principalmente
células epiteliales transferidas de la víctima a los victimarios durante la violación sexual.
Este hecho hace que pueda considerarse un nuevo factor al momento de realizar las investigaciones de violaciones sexuales, y pone de manifiesto la importancia de recolectar la ropa interior o la toma de muestra a través de hisopados en el área genital del agresor, si este es capturado poco después o al momento de haber cometido el delito, ya que puede representar una fuente de transferencia de ADN víctima-victimario.
Aún más importante será en el caso de violaciones sexuales a víctimas menores de edad, donde la fricción junto con la tracción y la posibilidad de transferencia de células epiteliales y sangre serán mayores que en el caso de víctimas de mayor edad. Puede explicarse por la fisiología de los cuerpos de las menores de edad, especialmente de las más jóvenes, no están preparados para sostener una relación sexual, por lo que son más propensos a lesiones anales, vaginales o incluso trastornos inflamatorios de los órganos genitales femeninos, anorgasmia, vaginismo, dispareunia, dolores pélvicos crónicos, menopausia temprana por citar algunos (Butler, 2005 ; Silva & Widoycovich, 2011 ; García & Solares, 2014).
A través de las ciencias de la serología y genética forense podemos obtener información que pone de manifiesto la participación de los hechos de estas personas en el crimen perpetuado. Este caso ha tenido una relevancia para la formulación de los planteamientos en los objetivos de los cotejos genéticos; de igual manera el saber la presencia de cada rastro biológico encontrado ayuda a visualizar la secuencia de los hechos o a individualizar la participación.
Se puede concluir que los tipos de pruebas periciales mencionadas en este artículo son vitales para esclarecer la verdad de los hechos. De igual manera, se debe hacer mención de la importancia del investigador criminal especialmente en la formulación de hipótesis de trabajo y seguimiento del plan investigativo criminal.
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