Para determinar una intoxicación por Monóxido de Carbono (CO), es de suma importancia la realización de análisis toxicológicos, debido a que este, es un gas inodoro, incoloro, insípido y no irritante haciéndolo imperceptible por los sentidos, facilitando el proceso de intoxicación, en donde la victima inhala este gas, el cual pasa directamente a la sangre uniéndose fuertemente a la hemoglobina formando Carboxihemoglobina (COHb), sustancia que evita el transporte de oxígeno a los tejidos, causando daños severos a la persona, incluso la muerte.
La intoxicación por Monóxido de Carbono de etiología accidental es la más común, debido a que diariamente se utilizan equipos de calefacción caseros: estufas, braseros, chimeneas, gas, leña, o carbón, entre otras, que frecuentemente por falta de mantenimiento, limpieza, imprudencia o descuido contribuyen a la formación de CO, provocando una intoxicación. Asimismo los gases de escape de motores contienen de un 5 a un 15% de CO, por lo que son frecuentes las intoxicaciones sobre todo en garajes públicos o de una vivienda sin ventilación.
El monóxido de carbono (CO), es un gas incoloro e inodoro, insípido y no irritante, siendo generador de gran número de intoxicaciones al no percatarse la victima del peligro que le amenaza, este gas debe sus efectos asfícticos e interés biológico a su afinidad a la hemoglobina, la cual es de 250 a 300 veces superior al oxígeno, ya que una vez inhalado es absorbido por la sangre y se fusiona a la hemoglobina formando Carboxihemoglobina (COHb), situación que conlleva una disminución del transporte de oxígeno a los tejidos, causando síntomas que se intensifican según el tiempo de exposición y la concentración inhalada, pudiendo llevar hasta la muerte.
En el laboratorio de toxicología del INACIF cuenta con equipo instrumental (Co-Oximetro, UV-Visible), que permite la detección e identificación de carboxihemoglobina como agente causal en caso de ser el responsable de una intoxicación o la muerte de un individuo.
El monóxido de carbono es un gas que una vez inhalado pasa al torrente sanguíneo uniéndose fuertemente a la hemoglobina, con la que forma un compuesto estable, la carboxihemoglobina (COHb), la cual no es apta para la función respiratoria, ya que la hemoglobina queda bloqueada por el CO y no puede cumplir su función de transporte del oxígeno desde los alveolos pulmonares hacia los tejidos.
El CO tiene una afinidad de 250 a 300 veces mayor con la hemoglobina que el oxígeno, por lo que aún pequeñas concentraciones de este, pueden llegar a bloquear una proporción considerable de hemoglobina si el sujeto respira en dicho ambiente suficiente tiempo.
El resultado del bloqueo de la hemoglobina por el óxido de carbono es lo denominado como: anoxemia, quedando privados los tejidos del suministro de oxígeno necesario para sus funciones metabólicas (ver gráfica). No obstante, nunca llega estar totalmente saturada la hemoglobina de CO, sino que una parte está trasformada en carboxihemoglobina, el resto sigue combinándose con el oxígeno al estado de oxihemoglobina y transportándolo a los tejidos.
La proporción entre la hemoglobina oxicarbonada y la oxigenada señala la gravedad de la intoxicación y, por consiguiente es un índice de su diagnóstico.
Tratándose de la inhalación de un gas que se encuentra mezclado con el aire que se respira, los efectos tóxicos dependerán de dos variables: la concentración que alcanza en el ambiente y el tiempo durante el cual se respira en la atmósfera contaminada.
Síntomas según tipo de intoxicación:
Intoxicación sobreaguda: Coma, convulsiones y muerte.
Intoxicación aguda: En el cuadro lento se pueden observar tres periodos:
Precomatoso: Hay cefalea, calor, náuseas, malestar general, vómitos, dejadez y astenia. Son características de este período la parálisis de los miembros inferiores, somnolencia, alucinaciones y la insensibilidad.
Comatoso: la persona tiene la concentración disminuida, reflejos ausentes, respiración y pulso débil. También puede presentar convulsiones. En la piel se observan manchas rosadas diseminadas que pueden durar de dos a ocho días. Alteraciones en el electrocardiograma y electroencefalograma. Si la persona sobrevive, el pronóstico es grave cuando se presenta coma hipertérmico.
Postcomatoso: Si sobrevive el paciente hay recuperación lenta, que dura varios días; presenta cefalea, confusión mental, amnesia, anorexia y glucosuria transitoria. Este periodo dura poco tiempo, dejando paso a las secuelas: formación de edema rojo y duro en la piel, neumonía, alteraciones nerviosas, parálisis, neuritis y delirios.
Intoxicación crónica: Resulta de la inhalación durante periodos de tiempo prolongados de dosis reducida de CO. Casi siempre es de carácter profesional, se exceptúa las pequeñas cantidades de gas que inhala el fumador. Se caracteriza por la siguiente tríada sintomática: cefalea, vértigos y debilidad, a la que se le añaden a menudo manifestaciones dispépticas y poliglobulia.
En el exámen externo del cadáver llama la atención la coloración rosada de la piel. Las livideces, que son muy extensas, tienen igualmente una coloración más viva, rojo cereza. Las lesiones presentes en el exámen interno de los cadáveres de sujetos fallecidos por una intoxicación por CO, presentan las siguientes características:
La sangre se muestra con una fluidez superior a la normal y sobre todo, con una coloración rojo carmín, brillante. Dicha coloración es debida a la carboxihemoglobina y, por consiguiente, es directamente proporcional a la concentración.
Debido a esta coloración sanguínea, todos los órganos presentan un tinte rojizo acarminado, que le da al cadáver un aspecto muy característico de una intoxicación por CO.
Este carácter cromático se aprecia en la mucosa ocular, bucal y mucosa digestiva, en los tejidos y órganos internos. En los pulmones se observa un edema carminado, el cual surge por un fracaso circulatorio agudo y por último en el sistema nervioso central se pueden observar hemorragias puntiformes. En el tejido muscular suele ser muy llamativo en particular el cerebro.
En el dictamen médico forense se estableció que ambas víctimas presentaron: congestión y edema pulmonar provocado por algún tipo de tóxico, ante la sospecha de una intoxicación criminal y/o accidental se remitieron al laboratorio de toxicología del INACIF muestras de sangre con preservante con el objetivo de detectar e identificar el agente causal.
Al momento de realizar la inspección ocular de los indicios remitidos se observó que la sangre con preservante tenía una fluidez superior a la normal y, sobre todo, una coloración rojo cereza, dato que orientó la investigación toxicológica a la búsqueda de carboxihemoglobina, por medio del equipo denominado CO-Oxímetro.
Este equipo cuantifica la carboxihemoglobina (COHb) con respecto a la hemoglobina total, a través de la determinación de las características de absorción del espectro a 7 longitudes de onda predefinidas, determinando el porcentaje de COHb presente en la muestra de sangre analizada.
Se obtuvo como resultado en el cadáver de la mujer y del hombre valores de 62% y 67% de carboxihemoglobina respectivamente. Sabiendo que los valores obtenidos excedieron el 60% de carboxihemoglobina, confirmándose que dichos valores son compatibles con intoxicación por monóxido de carbono.
En la mayoría de casos, los hallazgos en la autopsia son indicativos del agente causal: la coloración rojo cereza de las livideces cadavéricas van a ser muy sugestivas de intoxicación por monóxido de carbono el edema pulmonar, entre otros. No obstante, para el médico autopsiante es importante que el Laboratorio de Toxicología realice análisis toxicológicos que le permitan aclarar la causa de muerte.
La marihuana contiene sustancias que al ser consumidas producen efectos alucinógenos por lo que su uso es prohibido. A través del estudio que se presenta se estableció que un 4.1 % de la población en Guatemala objeto de procesos judiciales, consumió marihuana y un 59% de los casos relacionados con incautaciones de droga dieron resultados positivos de esta sustancia.
Para obtener la información que se presenta, se revisaron los archivos con que cuenta el Instituto Nacional de Ciencias Forense de Guatemala, específicamente los reportes de los laboratorios de Sustancias Controladas y de Toxicología.
El período de estudio abarcó seis meses –diciembre de 2013 a mayo de 2014-; tiempo durante el cual, en el Laboratorio de Sustancias Controladas se analizaron ocho mil doscientos cuarenta y dos indicios, se pesaron trescientos treinta y uno punto tres kilogramos de material vegetal y se emitieron seiscientos ochenta y ocho dictámenes en donde la sustancia detectada fue marihuana.
De igual manera, en el Laboratorio de Toxicología se detectó presencia de cannabinoles, específicamente el -11 –hidroxy-tetrahidrocannabinol, en 256 muestras de fluidos biológicos tomados tanto a personas vivas y fallecidas siendo esto, un 4.1 % de los 6249 casos ingresados para análisis.
Guatemala por su ubicación geográfica representa un punto estratégico para el tráfico de cocaína, heroína, precursores químicos y otras sustancias ilícitas; también por las condiciones favorables del clima, cuenta con áreas que son utilizadas por narcotraficantes para la siembra y cultivo de marihuana y amapola, planta de donde se extrae látex para producir heroína.
En este documento se incluyen los resultados que durante seis meses fueron obtenidos en casos ingresados y analizados en los Laboratorios de Criminalística del Instituto Nacional de Ciencias Forenses de Guatemala. Para obtener la información, se revisaron los resultados de los Laboratorios de sustancias controladas y toxicología registrados del 01 de diciembre de 2013 al 31 de mayo de 2014 haciendo énfasis en casos positivos para marihuana.
Los objetivos pretenden, es dar a conocer estadísticas sobre incautaciones y presentar un análisis de las principales causas de muerte asociadas al consumo de marihuana, regiones del país con mayor y menor incidencia de consumo. Así también mostrar la incidencia de consumo con relación al género, edad y otros datos de interés.
Cuando los indicios se presentan como polvos, material vegetal u otros, los análisis para determinar el tipo de sustancia los realiza el Laboratorio de Sustancias Controladas ubicado en la 16 Avenida 14-00 Zona 6 de la ciudad capital; estos se realizan como anticipo de prueba atendiendo lo establecido en el Artículo 19 de la Ley contra la Narcoactividad y sus reformas.
El proceso se lleva a cabo en una sola audiencia en donde posterior al reconocimiento judicial, el perito analista con el apoyo de reactivos y estándares de referencia certificados, así como equipo instrumental calibrado, determina el peso, el tipo de sustancia y dictamina sus resultados y conclusiones.
La diligencia de análisis es documentada por personal del Organismo Judicial y al finalizar se elabora un acta que por ley debe ser firmada por las personas convocadas siendo estos: Juez Incinerador y oficiales de trámite; fiscal de la Fiscalía contra la Narcoactividad del Ministerio Público; abogado de la Defensa Técnica; representante de la bodega de drogas de la Policía Nacional Civil, quien custodia la droga previo al análisis; representante de la Secretaría Ejecutiva de la Comisión Contra las Adicciones y el Tráfico Ilícito de Drogas (SECCATID) y el perito analista.
La marihuana cuyo nombre científico es Cannabis sativa L. (Linnaceus), es una planta anual que llega a medir de uno y dos metros de altura. Se caracteriza por contener cuatro principales cannabinoles siendo el Delta-nueve-trans-tetrahidrocannabinol (Δ-9-THC) el que presenta mayor actividad alucinógena.
Cuando se desea establecer si una persona viva o fallecida consumió alguna droga ilícita, los fluidos biológicos recolectados por médicos forenses tanto en clínicas como en salas de necropsias, son trasladados al laboratorio de toxicología ubicado en la sede central de INACIF.
Acá se procesan y analizan en búsqueda de drogas, sustancias volátiles y diferentes tóxicos para que los resultados obtenidos sean de apoyo técnico científico al médico forense para concluir sobre causa de muerte y/o efectos nocivos en los pacientes, cuando han sido consumidas.
La marihuana al ser ingerida sufre transformaciones metabólicas produciendo principalmente el metabolito 11 –hidroxy-tetrahidrocannabinol, el cual se produce en el cuerpo posterior al consumo permaneciendo por lapsos de tiempo prolongado de hasta 72 horas según el metabolismo y procesos de eliminación de las personas que la ingieren, siendo la orina una de las vías de eliminación.
La detección de este compuesto se realiza mediante procedimientos que aplican los peritos analistas sobre muestras de fluidos biológicos –orina- tomados durante las evaluaciones médicas a personas vivas, y/o durante las necropsia que se realizan en las sedes de patología de todo el país. Se analiza la muestra de orina dado que es en este fluido en el cual se tiene la certeza del proceso metabólico.
En casos extremos el consumo simultáneo de ambos compuestos puede llevar a un individuo a sufrir embolias cerebrales y hemorragias, afectando la capacidad de reconocer sonidos; en términos médicos esto se, denomina agnosia auditiva.
ii. Asociación con etanol y cocaína: En 13 (5 %) casos se detectó presencia de etanol, cocaína y marihuana y en 22 (8 %) de los casos se detectó presencia de marihuana y cocaína. La literatura no reporta los efectos que produce el consumo simultáneo de estas tres sustancias; sin embargo, sí se conocen los efectos de consumo de marihuana y etanol descritos con anterioridad así como de marihuana y cocaína; la cocaína es un agente simpaticomimético que se ha asociado con depresión del SNC.
Inicialmente quienes consumen cocaína presentan ansiedad, agitación significativa, seguido de estupor; estos efectos se deben a la depleción de los neurotransmisores.
Estas asociaciones son comunes en las personas que consumen estas drogas dado que existen sinergismos que aumentan el efecto sedante y/o alucinógeno.
En uno de estos 10 casos se cuantificó un nivel de 4.6 g/L de etanol en sangre; los indicios analizados procedían de sala de necropsias y la causa de muerte, que estableció el médico forense fue edema cerebral el cual regularmente se asocia a intoxicaciones por ingesta de alguna sustancia química.
iii. Asociación con etanol, cocaína y morfina: En 1 caso se detectó presencia de delta-9-tetrahidrocannabinol (marihuana), etanol 0.3g/L, cocaína y morfina. En otro caso, se detectó presencia de marihuana y morfina. Estudios llevados a cabo en animales han demostrado que los cannabinoides pueden aumentar la potencia de los opioides. No existen estudios en seres humanos.
El aporte que proporciona a la investigación el análisis químico de indicios con residuos de sustancias combustibles, recolectados en escenas relacionadas con incendios en donde se sospecha que hubo participación criminal, constituyen elementos de mucha importancia por lo que la recolección de cualquier resto de evidencia física tales como fragmentos de madera, prendas de vestir, entre otros; pueden ser utilizados como instrumentos claves para el esclarecimiento de los hechos.
El proceso de generación del fuego y posterior incendio, se produce por la combinación de tres elementos esenciales: 1) oxígeno, el cual es aportado por el ambiente en donde se desarrolla a través del aire, 2) calor, el cual aporta la temperatura necesaria para iniciar la reacción por ejemplo: el sol, una superficie caliente, una llama abierta, chispas, energía eléctrica, entre otros; y 3) combustible, tales como: gasolina, diesel, keroseno, pinturas, lacas, así como materiales sólidos o gaseosos que facilitan la propagación del fuego, por ejemplo: propano, butano, carbón, madera, papel, plástico, entre otros.
Se le llama combustible a cualquier sustancia que cuando se inflama da lugar a una rápida propagación del fuego o llamas; o bien a toda sustancia natural o artificial, en estado sólido, líquido o gaseoso que, combinada con el oxígeno produce una reacción con desprendimiento de calor. Desde el punto de vista químico los combustibles generalmente son sustancias usadas tanto en la locomoción (gasolinas, querosenos, entre otros) o como disolventes (acetona, disolventes de pintura, aguarrás, alcohol, entre otros), o cuando se encuentran en el escenario del incendio sin explicación lógica puede ser un buen indicio de intencionalidad.
La detección de estas sustancias es posible porque en los incendios no se produce una combustión completa, es decir, casi en la totalidad de los casos quedan trazas del combustible empleado, o bien se producen determinados cambios en la composición de dicho combustible. En ambos casos es posible identificar esos grupos de sustancias mediante la utilización de determinados métodos analíticos dentro del laboratorio.
En el año 2012, en el Laboratorio de Fisicoquímica del Instituto Nacional de Ciencias Forenses de Guatemala –INACIF- se implementó el método para análisis de trazas de sustancias combustibles por cromatografía de gases acoplada a espectrometría de masas, tomando como referencia la norma E1618-06 de la Sociedad Americana para Ensayos y Materiales –ASTM- por sus siglas en el idioma inglés.
Posterior a ello, en el laboratorio de Fisicoquímica de INACIF se analizaron 37 casos relacionados con incendios, detectándose trazas principalmente de gasolina, diesel, keroseno y mezclas de estos.
Por último, el keroseno, es de uso principalmente doméstico, utilizado para la producción de luz y calor en utensilios como lámparas de iluminación, cocinas calentadores, estufas y hasta refrigeradores.
La metodología de trabajo que se sigue habitualmente en la investigación científica de la causa del fuego en cuanto a la detección de combustibles, consta de una serie de pasos dentro de los cuales cabe mencionar:
Implicó el reconocimiento de la escena así como de los indicios por parte del personal de recolección de indicios del Ministerio Público o del médico forense encargado de realizar la necropsia –si aplica-.
En esta etapa se incluye la elección de las muestras representativas que serán remitidas al laboratorio para su análisis como: fragmentos de madera, papel, prendas de vestir entre otros; así como el embalaje de las mismas en recipientes herméticos de aluminio o vidrio que garanticen la conservación de sus propiedades fisicoquímicas originales.
Recuperación de las sustancias combustibles de las muestras:
Se realiza en el laboratorio e implica los procesos de adsorción a través de la utilización de tirillas de carbón activado, las cuales se dejan dentro de los recipientes que contienen las muestras (sin que haga contacto directo con la misma) por un tiempo de 24 a 48 horas como mínimo.
El otro proceso consiste en la desorción el cual se realiza utilizando n-pentano como solvente, que extrae las sustancias combustibles que adsorbió el carbón activado. En el caso de muestras líquidas se toman 10 microlitros de la sustancia y se diluyen en 1000 microlitros de n-pentano
Identificación de los combustibles potencialmente presentes:
Las muestras preparadas se colocan en el cromatógrafo de gases acoplado a espectrómetro de masas para luego realizar la identificación de las sustancias combustibles –de estar presentes-, al mismo tiempo se analizan estándares de gasolina, diesel y keroseno, por ser las sustancias más comúnmente detectadas.
Interpretación de los resultados:
La interpretación de los resultados obtenidos se realiza al analizar el perfil característico según su composición y clasificación de acuerdo a la norma E1618-06 de la Sociedad Americana para Ensayos y Materiales –ASTM- por sus siglas en el idioma inglés.
Cada uno de estos pasos es esencial para llevar a cabo con éxito el análisis de las muestras remitidas al laboratorio. Sin embargo, el examen inicial y la posterior recuperación de las sustancias combustibles son etapas cruciales, puesto que no existiría congruencia en disponer del mejor material instrumental si no se extraen de la muestra original las sustancias potencialmente presentes en ella.
Como se mencionó anteriormente, esta técnica se implementó y empezó a utilizarse a finales del año 2012, obteniendo resultados favorables en cuanto a la detección de trazas así como mezclas: de las 37 muestras en las que se detectaron trazas de sustancias combustibles o inflamables y según los datos obtenidos desde el inicio de utilización de esta técnica hasta finales de 2013, se observó que en su mayoría corresponden a gasolina, diesel y keroseno, pudiéndose detectar también mezclas de gasolina-diesel y diesel-keroseno.
Investigación fisicoquímica de sustancias combustibles:
Para la implementación del método para análisis de trazas de sustancias combustibles mediante cromatografía de gases acoplada a espectrometría de masas (GC/MS) se trató la manera de abarcar una buena parte de sustancias combustibles o inflamables siempre haciendo énfasis en la categoría en las que se detectan en su mayoría los casos de esta naturaleza según la norma E1618-06 ASTM.
Las muestras utilizadas para este estudio consistieron en diecisiete fragmentos de madera quemados con cada una de las sustancias sometidas a análisis colocándolas junto con una tirilla de carbón activado en recipientes con cierre hermético; la tirilla se dejó expuesta (sin que hiciera contacto directo con la muestra) de 24 a 96 horas.
Posteriormente se procedió a la fase de extracción colocando la tirilla de carbón activado dentro de un vial de 10 mL y agregando 1000µL de n-pentano; el vial se selló adecuadamente y luego se colocó en agitación durante 3 minutos.
Por último, el pentano fue trasvasado a un vial de 2 mL y sellado respectivamente, para su posterior inyección y análisis mediante la técnica anteriormente mencionada; por último se interpretaron los resultados obtenidos, logrando establecer las características principales de cada tipo de combustible según su clasificación.
A continuación se presenta un ejemplo de un caso analizado en el mes de abril del año 2012 en el Laboratorio de Fisicoquímica del Instituto Nacional de Ciencias Forenses de Guatemala –INACIF- en donde se refleja la importancia de estos análisis forenses en la investigación criminal: al Laboratorio ingresaron dos tipos de indicios:
El primero consistió en restos de ropa y un fragmento de plástico, ambos embalados en recipientes de aluminio con cierre hermético, en donde indicaba que fueron recolectados durante el procedimiento de necropsia de un cadáver denominado como XX, de sexo femenino de 30 años aproximadamente localizado en un área de la zona 1 de la ciudad de Guatemala.
El segundo indicio consistía en un líquido rojizo contenido en un recipiente de plástico con tapadera, recolectado en una vivienda cercana en donde fue localizado el cadáver. Según información proporcionada por el Ministerio Público, en dicha vivienda se observaron restos de humo o secuelas de que hubo un incendio en dicho lugar.
Luego de realizar los análisis instrumentales así como la interpretación de los resultados obtenidos, en ambos casos se detectó presencia sustancias volátiles correspondientes con Gasolina, basándose en la distribución de los picos obtenidos, la composición de hidrocarburos y la comparación respectiva con el estándar de Gasolina.
Posteriormente y mediante distintos medios de prueba, el Ministerio Público logró esclarecer el móvil del hecho, en el cual la persona sospechosa utilizó la gasolina contenida en el recipiente anteriormente mencionado y recolectado en el lugar del crimen por los peritos de escena del crimen del Ministerio Público, para quemar a la víctima, la cual, según el dictamen del médico forense, habría sido asesinada por impactos de proyectil de arma de fuego.
CONCLUSIONES
A través de la utilización del método de análisis de trazas de sustancias combustibles mediante cromatografía de gases con espectrometría de masas, es posible determinar el tipo de sustancia combustible o inflamable utilizada en escenas del crimen tales como incendios, en donde se presume hubo mano criminal y la sustancia ya se encuentra en bajas concentraciones o trazas.
La importancia de la implementación de la metodología para análisis de trazas de sustancias combustibles mediante cromatografía de gases acoplada a espectrometría de masas radica en que a través de la misma, se pueden detectar concentraciones mínimas de estas sustancias en restos de distintos materiales o vestigios quemados, de estar presentes; así como su composición característica de hidrocarburos, lo cual permite determinar el tipo de sustancia inflamable.
Es factible detectar mezclas de sustancias combustibles o inflamables mediante cromatografía de gases acoplada a espectrometría de masas siempre y cuando las sustancias sean de distinta clasificación o bien tengan componentes característicos que permitan diferenciarlos entre sí.
Lo que a continuación se presenta, es un acercamiento descriptivo de los elementos, que aunque invisibles, forman parte importante de la dinámica de relaciones interpersonales en nuestra sociedad guatemalteca, donde ha destacado el trato distinto hacia la mujer, siendo estos elementos los estereotipos socioculturales relacionables a la violencia contra la mujer, no con el afán de destacar el papel de víctimas, sino más bien destacar lo que está en el trasfondo del actuar tanto masculino como femenino, que son pensamientos o ideas adquiridas por transmisión generacional y que promueven el tipo de comportamiento permitido para hombres y mujeres.
Esto es posible reconocerlo en el discurso de las personas, siendo así como se incluyen algunas frases extraídas de relatos de denunciantes, y que son enviadas al área de Psicología del Instituto Nacional de Ciencias Forenses de Guatemala –INACIF- para su evaluación psicológica en relación a lo denunciado.
Como bien sabemos Guatemala es un país multicultural, comprendiéndose como cultura al conjunto de saberes, creencias y pautas de conductas de un grupo social, incluyendo los medios materiales que usan sus miembros para comunicarse entre sí y sus necesidades de todo tipo. También es el conjunto de las manifestaciones en que se expresa la vida tradicional de un pueblo .
La sociedad se refiere a la agrupación de personas, mientras que la cultura hace referencia a toda su producción y actividad transmitida de generación en generación a lo largo de la historia, incluyendo costumbres, lenguas, creencias y religiones, arte, ciencia, entre otros.
Se utiliza el término sociocultural considerando cualquier proceso o fenómeno relacionado con los aspectos culturales de una comunidad o sociedad; adjetivo que hace referencia a una realidad construida por el hombre, que puede estar relacionado en cómo interactúan las personas entre sí, con el medio ambiente y con otras sociedades, dándole significado al modo de actuar de cada persona, en lo individual y grupal.
Los avances o las creaciones socioculturales del hombre, desde los primeros días de su existencia, pueden ser las diferentes formas de organización y jerarquización social, las diversas expresiones artísticas, la creación de instituciones que tuvieran por objetivo ordenar la vida en comunidad, la instauración de pautas morales de comportamiento, el desarrollo de las religiones y estructuras de pensamiento y la creación de sistemas educativos, entre otras.
Todas las sociedades se estructuran y construyen su cultura en torno a la diferencia sexual de los individuos que la conforman, la cual determina también el destino de las personas, atribuyéndoles ciertas características y significados a las acciones que unas y otros deberán desempeñar –o se espera que desempeñen–, y que se han construido socialmente.
Los estereotipos y roles tienden a ser rígidos, condicionando o limitando las potencialidades humana, es decir, que si una persona quisiera desarrollarse en una situación que no le corresponde a su género, la sociedad e incluso la familia puede negarle esa oportunidad. Al conocer el sexo biológico de un recién nacido, los padres, los familiares y la sociedad suelen asignarles atributos o ideas creadas por expectativas preestablecidas.
Si es niña, se espera que sea bonita, tierna, delicada, entre otras características; y si es niño, que sea fuerte, valiente, intrépido, seguro y hasta conquistador. A las niñas se les enseña a “jugar a la comidita” o a “las muñecas”, así desde pequeñas, se les involucra en actividades domésticas que más adelante reproducirán en el hogar; estos aprendizajes forman parte de la “educación” que deben recibir las mujeres para cumplir con las tareas que la sociedad espera de ellas en su vida adulta. En cambio, a los niños se les educa para que demuestren fuerza, valentía, agresividad por lo que expresar sentimientos se contrapone a estas características, siendo así que “llorar es cosa de niñas”, porque demuestra debilidad.
Estas creencias y atribuciones, sin embargo, no son elecciones conscientes que se puedan aceptar o rechazar de manera individual, sino que surgen del espacio colectivo, de la herencia familiar y los ámbitos en que cada persona participe. Se trata de una construcción social que comienza a partir del nacimiento de los individuos, potenciando ciertas características y habilidades según su sexo e inhibiendo otras, de manera que quienes los rodean, les dan un trato diferenciado, siendo esta concepción de diferencias lo que da lugar a la discriminación de género.
A continuación algunas características referidas a cada sexo, y que se convierten en estereotipos de género, que pueden influir en el trato desigual:
En un estudio realizado en junio de 2011, por la empresa Vox Latina a nivel nacional y con un índice de confianza del 95%, en 9 de cada 10 familias se oculta la violencia contra la mujer; sólo el 17% de las encuestadas dice no haber sido víctima de maltrato en su hogar. Es una realidad que se empieza a tomar conciencia ante el elevado e impune número de asesinatos de mujeres: 390 en sólo 7 meses.
Los patrones culturales favorecen esta dolorosa realidad, cuya primera manifestación cómplice es el silencio. Aunque 9 de cada 10 consultadas, todas guatemaltecas mayores de edad, coinciden en señalar la existencia de la violencia contra la mujer, el 70% admite que la ha sufrido o ha sido testigo de cómo su madre la ha padecido a manos de su pareja.
Según el estudio, esto se traduce en absurdos como que el 89,6% considere que una mujer “decente” debe llegar virgen al matrimonio, o que sea el varón quien decide el número de hijos (53,5%). Las mismas consultadas admiten que es el hombre quien dispone cuándo tener sexo, un 17,5% reconoce que ha sido obligada a mantener relaciones en contra de su voluntad. El 64,5% opina que una buena esposa debe obedecer al hombre en todo lo que le mande, el 90,9% de las encuestadas considera que no es correcto que una mujer seduzca a un varón.
Adicionalmente, el 34,9% de las esposas ha tenido que quedarse en casa porque su pareja le prohíbe trabajar o estudiar, el 43,5% de las novias o esposas no puede reunirse con sus amigas porque el varón se lo prohíbe. Asimismo, un 43,2% de las entrevistadas reconoce que alguien que fue su pareja todavía les indica cómo deben vestir. Estos patrones sólo empiezan a romperse en proporción directa al grado de escolaridad de las mujeres. Casi el 95% considera que son las encargadas de cuidar a los hijos, cocinar y limpiar el hogar.
El estudio arribó a la conclusión que el factor económico juega un papel importante en la pervivencia de este sistema. Al hecho que el hombre es quien aporta el sustento, la mujer se queda en casa dirigiendo el hogar, cuando un matrimonio se rompe es ella quien se queda con los niños, solo en seis de cada 10 casos los bienes materiales y cuentas bancarias, están a nombre del varón. Cuando se enfrenta una necesidad extrema, en el 61,9% de los casos es él quien decide si se vende o empeña el patrimonio familiar, sólo en un 28,9% de los casos la decisión se toma de manera conjunta.
Las causas del sometimiento y el silencio es la falta de información. La mayoría de las guatemaltecas ha crecido en un ambiente donde se ve como “natural” la agresión en su contra se vive en una cultura patriarcal dominante que considera que la mujer es propiedad de su pareja.
En el área de Psicología y Psiquiatría Forense de INACIF, diariamente se atienden mujeres referidas para evaluación psicológica por alguna autoridad competente para ello (Ministerio Público u Organismo Judicial), debido a denuncias relacionadas a violencia contra la mujer, ya sea física, sexual, económica o psicológica.
Es en los relatos enriquecidos con detalles, donde sobresalen ciertos estereotipos socioculturales que han llevado a las mujeres a estar inmersas en relaciones conyugales adversas, a ser sujetas a tratos inadecuados en el ámbito laboral, a ser excluidas en el goce de sus derechos. Es así como se tomaron extractos de algunas historias, que sacan a luz la dinámica de desigualdad social, que promueven el detrimento y desvalorización a la figura femenina.
M.A. Silvia María Ocampo Sánchez
Psicóloga Clínica
Universidad Rafael Landívar
Número de Colegiada 1,222
Maestría en Ciencias Criminalísticas, Universidad Mariano Gálvez
Estudios de Maestría en Psicología Clínica y Salud Mental, Universidad Mariano Gálvez
Post-grado en Psicología Forense, Universidad San Carlos de Guatemala
Diplomado en línea “Violencia Femicida y otras formas de violencia contra la mujer”, Universidad Complutense de Madrid, España.
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Disponible en red: http://cedoc.inmujeres.gob.mx/documentos_download/100893.pdf
En el proceso de investigación se utilizaron 20 clases de textiles, los cuales fueron impregnados con una muestra de referencia de semen de origen humano, aplicado tanto sin diluir como en diluciones seriadas de 1:2 hasta 1:256. Posteriormente los textiles fueron expuestos a lámparas de luz azul y Ultra Violeta (UV), observándose fluorescencia en las áreas donde se depositó la muestra de semen de referencia sin diluir y a la dilución 1:2 utilizando ambos tipos de lámparas, excepto para el lino sintético con ambos tipos de luz y en la entretela de lana específicamente con la lámpara de luz UV, en los cuales únicamente se observó fluorescencia en las áreas con muestra de semen sin dilución.
El dacrón seda fue el único textil que presentó fluorescencia en todas las diluciones y con ambos tipos de luz. El estudio permitió comprobar la utilidad de ambas técnicas para la búsqueda presuntiva de fluido seminal, determinando una mayor sensibilidad de la técnica que emplea lámparas de luz azul, en un factor de 1:2 en 6 de los 20 textiles incluidos en el estudio.
El semen es un fluido viscoso de color blanquecino, producido por los órganos reproductores masculinos. Contiene proteínas, minerales, fructosa, mucina, espermatozoides, entre otros. Es expulsado a través de la uretra durante la eyaculación.
En los laboratorios de análisis forense, la detección de fluido seminal se efectúa en indicios recolectados durante los procedimientos médicos y/o en escenas del crimen; es un análisis de suma importancia cuando existe la sospecha de que ha ocurrido un delito sexual.
En el Instituto Nacional de Ciencias Forenses de Guatemala -INACIF-, este análisis se realiza utilizando técnicas validadas que consisten en la combinación de la prueba de brentamina -la cual permite detectar la enzima fosfatasa ácida- y la prueba de inmunocromatografía -específica para la detección de proteína seminal humana P30-, al aplicar ambos procedimientos, el perito analista establece la presencia presuntiva de semen y de fluido seminal humano.
Por su parte, para individualizar a la persona a quien pertenece dicha muestra, es necesario realizar un análisis genético, en el cual a partir de Ácido Desoxirribonucleico (ADN) en calidad y cantidad adecuada, pueden detectarse perfiles genéticos útiles para cotejar con otros obtenidos de muestras de referencia.
Debido a que el semen no es un fluido biológico que pueda observarse fácilmente cuando ha sido depositado en un indicio, es recomendable utilizar técnicas que permitan orientar la búsqueda del mismo. Esto permite reducir tanto costos como tiempo efectivo de análisis, que al final contribuyen a hacer más eficiente el proceso de investigación criminal.
El fluido seminal posee la propiedad de emitir fluorescencia cuando es expuesto a radiación con longitudes de onda entre 350 y 500 nanómetros (nm). Dicha fluorescencia se relaciona con la composición del semen, principalmente con los aminoácidos tirosina y triptófano, la base nitrogenada flavina y también con la presencia de colina, que proviene de la vesícula seminal y se estima que se encuentra en una concentración de entre 11.2-14.4 mg/100mL de semen, considerando que durante cada eyaculación se produce entre 1.5 y 4mL de semen.
En este sentido, existe la posibilidad de realizar la búsqueda de fluido seminal, exponiendo los indicios a luz UV o a luz azul-verde. Dichas radiaciones son invisibles al ojo humano pero al ser absorbidas por la muestra, son reflejadas posteriormente con longitudes de onda mayor que corresponden al rango de la luz visible.
La posibilidad de utilizar de la lámpara de luz UV, que emite radiación a longitudes de onda entre 350-380nm, para la detección de fluidos biológicos data de 1,919 en Francia. Actualmente la misma es denominada Lámpara de Wood o Luz negra y permite observar una fluorescencia blanco-amarillenta en las regiones con posibles manchas de semen.
Otra alternativa para detección de semen es la utilización de la Lámpara Bretton, la cual emite radiación con longitudes de onda a 420-500nm y también es conocida como Luz azul o Luz forense.
Las manchas de semen expuestas a este tipo de luz y observadas directamente se perciben de color naranja, sin embargo, la técnica adecuada requiere la utilización de lentes que poseen un filtro anaranjado que permite observar específicamente la fluorescencia del semen y contribuye a eliminar la interferencia de la luz brillante producida por el material del indicio que contiene la muestra.
Con el objetivo de establecer la eficacia de la utilización de la Lámpara de Wood y la Lámpara de Bretton para la orientación en la búsqueda forense de fluido seminal, se realizó la comparación de los resultados obtenidos al exponer con ambas clases de lámparas, 20 diferentes tipos de textiles impregnados con una muestra de semen de referencia.
Asimismo, se evaluó la sensibilidad de los métodos al comparar los resultados obtenidos a partir de la aplicación de la muestra sin diluir y también diluida con agua destilada en factores de dilución de 1:2 hasta 1:256.
MATERIALES Y MÉTODOS
Equipo: fuente de iluminación de LED individual Crime-lite2® con longitud de onda azul 420-470 nm y fuente de iluminación LED individual Crime-lite 2® con longitud de onda UV 350-380nm, lentes protectores anti resplandor Crime-lite® con filtro anaranjado.
Muestra de referencia: Semen recolectado con dos horas de anticipación, almacenado a temperatura ambiente previo a la aplicación del mismo en los diferentes textiles. Diluido en agua destilada a temperatura ambiente, realizando diluciones seriadas de 1:2 hasta 1:256
Textiles utilizados: kiana, algodón, satín, fieltro, poliéster, lino sintético, dacrón-algodón, seda, podesua, lino, pelium fusionable, entretela de lana, teijin, gabardina, lona, teijin estampado, casimir, teijin gabardina, dacrón seda y pana sintética.
Instrumental: micropipetas de 2-20uL y de 100-1000uL, puntas para micropipeta de 2-20uL y 100-1000uL, pipetas plásticas con bulbo y tubos de vidrio.
Metodología: se preparó la muestra de semen de referencia en diluciones 1:2, 1:4, 1:8, 1:16, 1:32, 1:64, 1:128, 1:256, utilizando agua destilada a temperatura ambiente. Posteriormente, con una pipeta plástica con bulbo se aplicó una gota de la muestra de semen de referencia y de cada una de las diluciones en la superficie de los 20 diferentes tipos de textiles, cortados en segmentos de 3x3 centímetros.
De acuerdo con la tabla citada, con la fuente de iluminación UV a 410nm se observó fluorescencia en todos los tipos de textiles en el área donde fue depositada la muestra de semen de referencia sin dilución y en dilución 1:2, excepto en el lino sintético y la entretela de lana, en los cuales se observó fluorescencia únicamente con la muestra de semen de referencia sin dilución.
En la kiana, fieltro, poliéster, dacrón-algodón, seda, gabardina, lona, teijin-gabardina y pana sintética se observó fluorescencia únicamente hasta la dilución 1:4. En el algodón, teijin y teijin estampado se observó fluorescencia hasta la dilución 1:8.
A partir de la dilución 1:16 no se observó fluorescencia en ninguno de los textiles, excepto en el lino, casimir y dacrón-seda. Para el lino y el casimir esta fue la mayor dilución a la que se observó fluorescencia mientras que en el caso del dacrón-seda la fluorescencia fue observada incluso hasta la dilución 1:256.
La segunda razón es que la tirosina y el triptófano son aminoácidos, que pueden ser descompuestos fácilmente por microorganismos contaminantes provenientes del aparato reproductor masculino y del ambiente, en cuyo caso ya no podría contribuir a emitir fluorescencia.
La tercera razón, consiste en que la flavina y la colina presentes en el semen provienen de la fracción producida por la vesícula seminal, que corresponde aproximadamente al 60% del semen, una mayor concentración de los componentes que emiten fluorescencia de forma más efectiva al ser expuestos a la luz azul aumentan la sensibilidad de dicha técnica.
Por último, los lentes utilizados en la técnica de luz azul para evitar la interferencia producida por la luz brillante emitida por el soporte en el que se encuentra la muestra, permiten detectar concentraciones menores de fluido seminal al evitar la interferencia visual que pueda existir.
Además es importante tomar en cuenta que en todos los casos donde se observó fluorescencia, la misma se interpreta como presencia presuntiva de fluido seminal, debido a que otros fluidos biológicos como la orina y la sangre e incluso la presencia de bacterias como Pseudomonas fluorescens, que puede ser encontrada en suelo y agua no potable y en superficies que han estado en contacto con los mismos, pueden emitir fluorescencia al ser expuestos a luz azul o luz UV.
En consecuencia, todo resultado debe acompañarse de estudios posteriores que permitan determinar la presencia de fluido seminal y/o espermatozoides en los indicios analizados. De no observar fluorescencia utilizando la técnica de luz azul o luz UV, se recomienda proceder con los análisis para la determinación fosfatasa ácida a través de la prueba de brentamina (sensibilidad 1/10,000), proteína seminal humana P30 (sensibilidad 4ng/mL) y observación de espermatozoides a través de la tinción de árbol de navidad.
De acuerdo con la anterior tabla, los diferentes textiles que fueron utilizados pueden ser agrupados por su composición en fibras vegetales, animales, sintéticas o una combinación de las mismas. Sin embargo, comparando los resultados obtenidos no se observa un patrón relacionado a la composición de los textiles.
Esto es importante debido a que este tipo de pruebas se practican en soportes de toda naturaleza, incluyendo prendas como sábanas, ropa, ponchos, entre otros, compuestos de distintos materiales, y esto indica que la búsqueda de la presencia presuntiva de fluido seminal a través de la utilización de estas técnicas no es afectada por el tipo de fibras del soporte, reforzando la idoneidad de las mismas con fines forenses.
Las lámparas de luz azul y luz ultravioleta son de utilidad para la búsqueda en textiles de la presencia presuntiva de fluido seminal, incluso a diluciones de 1:256 en ciertos soportes. Utilizándolas en indicios de superficie amplia permite disminuir costos de tiempo y dinero, asociados a otras técnicas presuntivas utilizadas para el mismo fin.
La utilización de lámparas luz azul presentó un incremento en la sensibilidad en un factor de 1:2 en 6 de 20 textiles analizados (30%) para la búsqueda de la presencia presuntiva de fluido seminal, en comparación con la utilización de lámparas de luz UV.
La utilización de lámparas de luz azul y luz ultravioleta deben acompañarse de análisis posteriores para la determinación de fluido seminal y/o espermatozoides, incluso en los casos en los que no se observa fluorescencia.
La composición en cuanto a origen de las fibras (animal, vegetales o sintéticas) de los textiles, no influyen de forma evidente en los resultados obtenidos al utilizar lámparas de luz azul y luz ultravioleta para la determinación de la presencia presuntiva de fluido seminal.
De los 20 textiles que se incluyeron en este estudio, con ambas técnicas se observó fluorescencia en todos los textiles que contenían la muestra de semen sin dilución, mientras que el dacrón seda fue el único en el que se observó fluorescencia incluso a la mayor dilución utilizada (1/256).
Tomando en cuenta esto, no puede relacionarse con los resultados que puedan ser obtenidos en pruebas posteriores para la determinación de fluido seminal y/o espermatozoides, hasta realizar investigaciones específicas donde se evalúe su posible relación.
Licda. Ana Lucía Ovalle Morales
Química Bióloga
Universidad de San Carlos de Guatemala
Número de colegiada: 3832
Pensum Cerrado Maestría en Productividad y Ciencias de la Salud,
Universidad Galileo
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La investigación puede interpretarse como un proceso que a través de la aplicación del método científico, busca obtener información relevante, significativa, informativa, objetiva, vinculante, fidedigna e imparcial, para interpretar, entender, verificar, corregir o aplicar el propio conocimiento. Dentro de las investigaciones criminales existen varias herramientas las cuales se utilizan para orientar, conocer y establecer la presencia de personas en una escena del crimen.
Sin duda, las ciencias forenses integran este aspecto, con el auxilio de las ciencias específicas se individualizan personas, por ejemplo, casos donde hay presencia de huellas dactilares a través de lofoscopía, muestras biológicas a través de genética e incluso de forma no perenne como un manuscrito a través de grafotecnia.
En casos de transferencia cuando se trabaja con indicios biológicos en los laboratorios de serología y genética del Instituto Nacional de Ciencias Forenses de Guatemala –INACIF-, se analizan muestras de sangre, semen, saliva u otras células para la correlación de víctima-sospechoso-escena de crimen; esto se aplica a asesinatos, homicidios, femicidios y otros delitos (Guillen, 2013 ; Guzmán, 2000).
De acuerdo al principio de intercambio de Locard, siempre que dos objetos entran en contacto transfieren e incorporan material entre sí. En los casos de violación sexual, este principio podría aplicarse. Sin embargo, en el ámbito de la investigación de delitos sexuales, generalmente el enfoque de las solicitudes y peritajes científicos va dirigido a detectar la presencia de los fluidos biológicos transferidos del agresor a la víctima, razón por la cual se toman hisopados de las distintas regiones anatómicas de la misma, y además se recolectan otros indicios como prendas, sábanas o cualquier otra superficie en donde pudiera haberse transferido fluidos del agresor (Carreras, Salanova & Hernández, 2009).
Se describe un caso en el que destaca el trabajo de los investigadores, los peritos y de todo el personal involucrado en la resolución del mismo, se logró vincular científicamente a través de la transferencia de ADN, (de los agresores a la víctima y viceversa) a cuatro personas sindicadas de cometer los delitos de violación y asesinato, logrando así INACIF cumplir su misión de aportar los análisis científicos al sistema de justicia brindando herramientas para la resolución de hechos delictivos.
Los resultados descritos muestran que se detectó presencia de fluido seminal en los hisopados vaginales, anales y orales de la víctima. En las prendas de vestir recolectadas de la víctima no se detectó fluido seminal ni se observaron espermatozoides.
Al momento de la captura de dos de las cuatro personas sospechosas de atacar a la víctima, se les requirió la entrega de la ropa que vestían. Entre las prendas decomisadas se encontraban dos pantalones, dos cinchos, dos playeras, un sudadero, una camisa, un par de zapatos y dos calzoncillos tipo bóxer.
Estos últimos fueron individualizados al momento de su incautación, de acuerdo al nombre del sospechoso al cual pertenecían y el número de Documento Personal de Identificación –DPI-; estos datos fueron consignados en la cadena de custodia. Cabe destacar que también se les decomisó a uno de los sospechosos, una prenda interior femenina y un cuchillo.
Las prendas recolectadas y el cuchillo fueron analizados en el laboratorio de serología detectándose sangre humana en una playera, un pantalón un cincho, un cuchillo, una camisa y un sudadero, mediante las pruebas de fenolftaleína y Hematrace®. También se realizaron los análisis correspondientes para determinar la presencia de semen
y/o espermatozoides en las prendas mencionadas, determinándose la presencia de fluido seminal y espermatozoides en una de las playeras recolectadas, así como en los dos calzoncillos bóxer (Cox, 1991 ; Li 2008).
Posteriormente durante la investigación se tiene la captura de un tercer sospechoso. A solicitud de la autoridad competente se realizó la diligencia de toma de muestra de sangre fijada en papel FTA, a tres de los cuatro sospechosos de haber violado y asesinado a la víctima.
Los indicios de los cuales se obtuvo un resultado positivo para sangre, semen y/o espermatozoides fueron trasladados al laboratorio de genética para ser comparados con las muestras de ADN tomadas a los tres sospechosos. Por lo que se realizó el cotejo genético entre los indicios indubitados de sospechosos No. 1, No. 2 y No.3, la victima y los indicios recolectados en la escena y durante la necropsia.
La tabla No. 2 muestra los resultados más importantes obtenidos durante el cotejo de los perfiles genéticos de referencia de los tres sospechosos y la víctima, con los indicios que fueron recolectados durante la necropsia y en la escena del crimen.
Como ya fue mencionado, al momento de ser analizados los calzoncillos tipo bóxer no presentaban manchas de sangre, solamente se detectó la presencia de semen y espermatozoides, por lo que podría presumirse que el ADN de la víctima, probablemente provenía principalmente
células epiteliales transferidas de la víctima a los victimarios durante la violación sexual.
Este hecho hace que pueda considerarse un nuevo factor al momento de realizar las investigaciones de violaciones sexuales, y pone de manifiesto la importancia de recolectar la ropa interior o la toma de muestra a través de hisopados en el área genital del agresor, si este es capturado poco después o al momento de haber cometido el delito, ya que puede representar una fuente de transferencia de ADN víctima-victimario.
Aún más importante será en el caso de violaciones sexuales a víctimas menores de edad, donde la fricción junto con la tracción y la posibilidad de transferencia de células epiteliales y sangre serán mayores que en el caso de víctimas de mayor edad. Puede explicarse por la fisiología de los cuerpos de las menores de edad, especialmente de las más jóvenes, no están preparados para sostener una relación sexual, por lo que son más propensos a lesiones anales, vaginales o incluso trastornos inflamatorios de los órganos genitales femeninos, anorgasmia, vaginismo, dispareunia, dolores pélvicos crónicos, menopausia temprana por citar algunos (Butler, 2005 ; Silva & Widoycovich, 2011 ; García & Solares, 2014).
A través de las ciencias de la serología y genética forense podemos obtener información que pone de manifiesto la participación de los hechos de estas personas en el crimen perpetuado. Este caso ha tenido una relevancia para la formulación de los planteamientos en los objetivos de los cotejos genéticos; de igual manera el saber la presencia de cada rastro biológico encontrado ayuda a visualizar la secuencia de los hechos o a individualizar la participación.
Se puede concluir que los tipos de pruebas periciales mencionadas en este artículo son vitales para esclarecer la verdad de los hechos. De igual manera, se debe hacer mención de la importancia del investigador criminal especialmente en la formulación de hipótesis de trabajo y seguimiento del plan investigativo criminal.
Somos una institución con autonomía funcional e independiente que surge como consecuencia de la necesidad de unificar y fortalecer los servicios periciales forenses en Guatemala, mediante el desarrollo científico del trabajo que realiza como institución autónoma, garantizando la imparcialidad y confiabilidad de la investigación técnica científica, contribuyendo así al sistema de justicia.
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